En primer lugar recordaros que esta es una huelga de estudiantes (que en principio no afecta a los profesores que acudirán al colegio con normalidad), convocada por el Sindicato de Estudiantes y secundada por las asociaciones de madres y padres a través de CEAPA (confederación de ampas a la que pertenecemos).
Como A.M.P.A. Santa Quiteria nos debemos a quienes la formamos, sus socios. Sabemos que somos una asociación plural donde cada individuo tiene sus propias ideas y que el nexo de unión es el interés por la mejora del colegio donde estudian nuestros hijos. Ante un tema tan importante no podíamos tomar la decisión de apoyar o no la huelga sin consultar a los socios, más aún conociendo las dificultades que para algunos de nosotros puede suponer no llevar un día al colegio a nuestros hijos.
Una vez recabadas vuestras opiniones (se envió un correo electrónico a todos los socios con una dirección de contacto) la Junta Directiva del AMPA siguiendo la decisión mayoritaria de sus socios decide QUE APOYA LA JORNADA DE HUELGA DEL DÍA 18 DE OCTUBRE y por tanto recomienda a los padres/madres que no lleven a sus hijos a clase ese día.
Esta es la posición oficial de la asociación pero no implica ninguna obligación para sus socios, los cuales en el libre ejercicio de sus derechos secundarán o no la huelga según consideren oportuno, ya que estamos convencidos que para todos la educación de nuestros hijos es una prioridad.
Como apostilla dejaros la siguiente reflexión:
Que si de verdad nos preocupa la educación de nuestros hijos, más allá de acciones puntuales, deberíamos comprometernos de verdad, no solo quejarnos de los recortes y la falta de medios, hay que exigir una escuela que enseñe conocimientos, eduque en valores, exija compromiso y premie el esfuerzo, con unos profesores motivados y a los que les apasione su profesión, con unos padres/madres interesados por lo que sus hijos hacen diariamente en la escuela y no solo pendientes de las calificaciones finales.
Todos y cada uno de nosotros nos llevamos las manos a la cabeza y protestamos por cada euro que se recorta en EDUCACIÓN, pero ¿cuántos de nosotros nos llevamos las manos a la cabeza y protestamos cuando nos damos cuenta que nuestros hijos apenas saben escribir sin faltas de ortografía?, hagámosles entender que la lectura es un placer y no una tortura, que saber realizar correctamente operaciones matemáticas no es un castigo sino la mejor de las herramientas no solo en la escuela sino también en la vida diaria.
Empecemos por exigirnos como padres, después exijamos a los profesores y por supuesto digamos a nuestros políticos NO A LOS RECORTES EN EDUCACIÓN.